terça-feira, 22 de setembro de 2009

Jorge Luís Borges

Jorge Luís Borges Acevedo (Buenos Aires, 24 de Agosto de 1899 —Genebra, 14 de Junho de 1986), e considerado o maior poeta Argentino de todos os tempos e um dos mais importantes escritores da literatura mundial.
Poeta, escritor, tradutor, critico e ensaista, e bastante conhecido pelos seus contos e historias curtas, escreveu aos nove anos o seu primeiro conto "La Visera Fatal", inspirado num dos episodios de Dom Quixote.
Adquire desde cedo o dominio perfeito da lingua inglesa.
Entre 1914 e 1921 reside e estuda em Italia e na Suica, passando tambem por Espanha.
Em 1921 regressa a Argentina, onde funda "Proa" uma revista vanguardista e comeca a publicar como critico literario em diversas publicacoes.
Nos anos 50 da aulas de Literatura Inglesa na Universidade de Buenos Aires e preside a Associacao Argentina de Escritores, com graves problemas visuais desde a juventude, a partir de 1956 fica totalmente cego.
E nomeado director da Biblioteca Nacional apos a queda do regime de Juan Peron.
Aos 87 anos parte para Genebra a fim de la falecer.
Entre as principais obras de Jorge Luis Borges destacam-se: "Ficcoes", "El Aleph", "Historia Universal da Infamia", entre outros.

"Seu texto é sempre o de uma pessoa que, reconhecendo honestamente a fragilidade e as limitações do ser humano, nos coloca diante de reflexões nas quais, com freqüência, está presente o nosso próprio destino." (Miguel A. Paladino).


ARTE POETICA - Jorge Luís Borges

Mirar el río hecho de tiempo y agua,
y recordar que el tiempo es otro río,
saber que nos perdemos como el río
y que los rostros pasan como el agua.

Sentir que la vigilia es otro sueño
que sueña no soñar y que la muerte
que teme nuestra carne es esa muerte
de cada noche, que se llama sueño.

Ver en el día o en el año un símbolo
de los días del hombre y de sus años,
convertir el ultraje de los años
en una música, un rumor y un símbolo

ver en la muerte el sueño, en el ocaso
un triste oro, tal es la poesía
que es inmortal y pobre.
La poesía vuelve como la aurora y el ocaso.

A veces en las tardes una cara
nos mira desde el fondo de un espejo;
el arte debe ser como ese espejo
que nos revela nuestra propia cara

Cuentan que Ulises, harto de prodigios,
lloró de amor al divisar su Itaca
verde y humilde.El arte es esa Itaca
de verde eternidad, no de prodigios.

También es como el río interminable
que pasa y queda y es cristal de un mismo
Heráclito inconstante, que es el mismo
y es otro, como el río interminable.

De El Hacedor (1960)

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